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MODAS ROMA - ¿Señora, señora, quiere comprar ropa Modas Roma? - Sí, claro, me hace mucha falta, pero no me la dé sucia. - No se preocupe, señora, yo siempre la doy limpia como nadie y en esta época más. - ¿Pero se puede descambiar? - Por supuesto, señora. - Pero es que tu ropa parece un trapajo, estatua. - Pero si te gusta te lo doy. - ¿Y tú con qué te quedas? - Yo con tu ropa. - Vale, entonces me la llevo. - Gracias por su compra, señora. - ¡Pero si es una sábana! ¡Ven para acá ladrona! -gritó la señora.
Miguel José Martos -
LA ESTATUA ANUNCIADORA Un día trajeron al museo una estatua muy, muy grande. A la estatua la trataban bien y la limpiaban con frecuencia. Un día se vertió un líquido en la fregona con la que la limpiaban. El líquido se llamaba "ANUNCIADITIS". Y de pronto, al terminar de lavarla, la estatua se puso a hablar. Pasó una joven y la estatua habló: - ¡Ey, niña! ¿Te gustaría tener buena ropa? ¿A que sí? ¡Pues ven a SUPERROPA! - ¡Ohhhh! -Exclamó la niña. La niña le dijo a su madre que la llevara a SUPERROPA. Desde entonces todo el mundo conoce a la estatua.
Ana Gijón -
LA SEÑORA GRUÑONA El emperador Julio César le dice a la señora: - Hola señora, ¿Qué está haciendo? Entoces le contestó la señora: - Pues le estoy mirando a usted porque me recuerda a alguien. El emperador le dijo: - Pues lleva más de media hora ahí y pensaba que se habría quedado pasmada.¡Haga el favor de irse de aquí! Y la señora se enfadó muchísimo.
Noelia Gálvez -
LA RANA TRAVIESA La rana Manola se ha escapado de su jaula y su dueño, que se ha quedado de piedra le va diciendo a la gente: - ¡Por favor, ayúdenme a encontrar a mi ranita, que se ha ido por allí!
4 comentarios
Pilar Gámez -
- ¿Señora, señora, quiere comprar ropa Modas Roma?
- Sí, claro, me hace mucha falta, pero no me la dé sucia.
- No se preocupe, señora, yo siempre la doy limpia como nadie y en esta época más.
- ¿Pero se puede descambiar?
- Por supuesto, señora.
- Pero es que tu ropa parece un trapajo, estatua.
- Pero si te gusta te lo doy.
- ¿Y tú con qué te quedas?
- Yo con tu ropa.
- Vale, entonces me la llevo.
- Gracias por su compra, señora.
- ¡Pero si es una sábana! ¡Ven para acá ladrona! -gritó la señora.
Miguel José Martos -
Un día trajeron al museo una estatua muy, muy grande. A la estatua la trataban bien y la limpiaban con frecuencia. Un día se vertió un líquido en la fregona con la que la limpiaban. El líquido se llamaba "ANUNCIADITIS". Y de pronto, al terminar de lavarla, la estatua se puso a hablar. Pasó una joven y la estatua habló:
- ¡Ey, niña! ¿Te gustaría tener buena ropa? ¿A que sí? ¡Pues ven a SUPERROPA!
- ¡Ohhhh! -Exclamó la niña.
La niña le dijo a su madre que la llevara a SUPERROPA.
Desde entonces todo el mundo conoce a la estatua.
Ana Gijón -
El emperador Julio César le dice a la señora:
- Hola señora, ¿Qué está haciendo?
Entoces le contestó la señora:
- Pues le estoy mirando a usted porque me recuerda a alguien.
El emperador le dijo:
- Pues lleva más de media hora ahí y pensaba que se habría quedado pasmada.¡Haga el favor de irse de aquí!
Y la señora se enfadó muchísimo.
Noelia Gálvez -
La rana Manola se ha escapado de su jaula y su dueño, que se ha quedado de piedra le va diciendo a la gente:
- ¡Por favor, ayúdenme a encontrar a mi ranita, que se ha ido por allí!