Blogia
EL ESTUCHE DE LAS PALABRAS

TIEMPOS DE CRISIS

TIEMPOS DE CRISIS

¿Qué conversación mantendría un bollo de pan con el cuchillo que va a empezar a cortarlo por la mitad? ¿Y el trozo de tela con la aguja que la está atravesando?

Todo es posible y, utilizando la imaginación, seremos capaces de crear un diálogo creativo partiendo de esta imagen. ¿Cómo podemos relacionarla con la crisis económica de la que tanto se habla en estos días?

Sería bueno que leyerais previamente algunas noticias relacionadas con este tema. En Internet podréis encontrar muchas.

6 comentarios

Lourdes L. L. 6ºB -

Esto era un zapato viejo, sucio, destartalado... y justo delante del mismo había un cartel con unos lujosos zapatos.
-Hola -dijo el viejo zapato.
-¡Hola! -exclamaron los lujosos zapatos.
-¿Cómo os llamáis? -preguntó el zapato destartalado.
-Yo me llamo Primero -contestó uno.
-Y yo me llamo Segundo -contestó el otro.
-¡Qué nombres tan curiosos! -exclamó el zapato viejo.
-Bueno, y tú, ¿cómo te llamas? -preguntó Segundo.
-Yo...bueno yo... yo es que... -dudó el zapato sucio.
-Venga ¿a qué esperas -dijo Primero.
-Bueno...es que yo...pues... -volvió a dudar otra vez el zapato viejo.
-¡Vamos, no tenemos todo el día! -dijo Segundo un poco cabreado.
-Bueno, vale, pero no os riáis -dijo el zapato viejo.
-No te aseguramos que no nos reiremos -dijeron los zapatos viejos a coro.
-Pues mi nombre es E storbo -murmuró el zapato viejo.
-¿Estorbo?-preguntó asombrado Segundo.
-Tengo ese nombre porque mi dueña siempre me dejaba en cualquier lugar de la casa y cuándo su madre tropezaba conmigo y con mi compañero exclamaba: ¡Que estorbo de zapatos! Entonces yo y mi compañero nos quedamos con ese nombre -contestó Estorbo.
-¡Qué triste historia! -dijo Primero.
-Y ¿dónde está tu compañero? -preguntó Segundo.
-Mi compañero se quedó en el contenedor dónde nos tiró nuestra dueña -respondió tristemente Estorbo.
-Y tú ¿cómo es que estás aquí? -preguntó Primero.
-Yo decidí escapar de aquel espantoso lugar y ver mundo -contestó muy decidido Estorbo.
Y de repente un hombre cogió a Estorbo y lo echó a un gran cubo.
-¿Dónde se lo llevarán? -dijo Segundo muy triste.
-Pues, supongo que a una planta de reciclaje, para convertirlo en algo mejor -contestó Segundo.
-Puede ser que lo conviertan en un zapato tan lujoso como nosotros -opinó Primero.
-Puede ser, aunque con esta crisis tan fuerte dudo que lo compren -dijo Segundo.
-Es verdad, pero por lo menos no será un zapato viejo y sucio -respondió Primero esperanzado en que algún día Estorbo sería un lindo zapato.

Juan M.T. 6º B -

No se compra nada
Una plaza muy bonita y divertida, pero llena de basura se adentraba en la ciudad de la moda, París.
Había carteles por todas partes: de zapatos, de vestidos, de bufandas, etc.
Hola, ¿cómo te llamas? - dijo tartamudeando un zapato viejo.
Hola, yo Margarita ¿ y tú?- dijo un cartel con unos zapatos lujosos.
Yo, Pedro- dijo alegre el zapato viejo.
A lo lejos se veía venir un camión de la basura muy cargado para recoger el contenedor de la plaza.
-Hasta siempre – dijo Pedro triste.
¿Por qué dices eso?
Porque yo vivo en un vertedero lejano de aquí, un niño me trajo hasta este lugar pegándome patadas.
¿Hicisteis algo malo? - dijo Margarita.
No, sólo estaba en medio del paso de la acera y nadie podía pasar. -dijo enfadado Pedro.
Yo también tengo miedo - Contesto Margarita llorando.
¿De qué? Tú no puedes tener miedo, si sólo eres un cartel .
¡ Ahí le has dado! Tengo miedo de que me arrastren y me pisoteen por el suelo. – dijo gritando Margarita. Pero no te preocupes, si vas a la Calle Serrano, encontraras a la autentica Margarita
¡Es una belleza!
Ahora mismo voy a ir – dijo Pedro con la baba caída .
Pedro se dirigía a la Calle Serrano cuando vio a la maravillosa Margarita.
Margarita dijo:
¡Vaya crisis, nadie me compra! -dijo Margarita.
Pedro cogió carteles y fue pegándolos por París.
A los tres días, Margarita estaba vendida y Pedro se alegró muchísimo, ¿Pero quién cogería a ese sucio zapato?

Esther M.M. 6ºB -

Mengíbar 20 de noviembre del 2008,

Tiempos de crisis:

Esto era una vez un zapato viejo, sucio, estropeado y roto que estaba al lado de un gran buzón
rojo y en él había pegada una gran foto de unos maravillosos zapatos de color rojo.
El zapato, viejo, triste y amargado le dijo a los zapatos rojos:
-Se nota que sois muy felices .
-¡Sí! -contestaron los zapatos rojos:
-¡Bueno! ¿qué hacéis aquí?
- Estamos aquí para que la gente se dé cuenta de que ha salido una nueva moda al mercado. ¿Y tú? - -Yo no sé qué hacer, nadie me quiere porque estoy muy estropeado.
Un día sin que el zapato lo supiera pasó un pobre por allí y se lo llevó.
El zapato le dijo:
-¿Por qué me llevas contigo? -dijo el zapato viejo.
- Porque no tengo nada que ponerme en los pies y tengo mucho frío y encima con la crisis económica que hay ahora nadie puede comprarse nada y porque no tengo dinero.
Y, ¿sabéis que fue de los zapatos rojos? Que triunfaron, se hicieron opulentos y viven muy bien.
Así que ya sabéis, no malgastéis el dinero en cosas que no necesites para nada y ahorrad.

Noelia María P. G. -

Chicos/as, os voy a contar un diálogo que trata de un zapato viejo que está en crisis y otro que no, que estaba forrado. Pero en todas las crisis el pobre se hace más pobre y el rico se hace más rico. ¿Ocurrirá lo mismo en esta crisis? Vamos a verlo:
-¡Ja, ja, já, já! Pero mira qué miserable que eres, en cambio yo que opulento que soy – decía un don nadie.
- ¿Y tú, mendigo, qué haces por estos barrios tan millonarios? -decía el don nadie.
- ¡Oye, oye, con un poquito de educación señora ! Que mi nombre es Picadilla -dijo el pobre.
- Y el mio Sacadilla.
Bueno y ¿qué te trae por aquí? - dijo Sacadilla.
Pues mire es que estoy buscando una labor – dijo Picadilla.
Pues mira, Picadilla, yo trabajo en la Nissan y a mí no me van a echar, já já, duerme en la calle a ver si te dan trabajo.
Pues mira a lo mejor tienes razón , dormiré en la calle -dijo Picadilla :
¡Eh, Sacadilla, ¿qué haces? Ahora soy un mendigo... ¡buaaaaa!

Laura Polaina Medina 6º B -

Narrador:Felipe, un entristecido
zapato ajado y detereriorado, tirado por una de las calles de Madrid, se encontró con un par de zapatos nuevos y relucientes como el cristal.
Y les dijo:
- Hola, buenas tardes, señoritas.
-Hola señor-Contestaron a la vez.
-¿ Cómo os llamáis? - preguntó
-Yo, Zipi. Y yo, Zape.¿Y usted?
-Yo, Felipe.- Contestó.
-Perdone si le ofendemos, pero se lo tengo que decir. ¿Por qué está tan sucio y roto? -Dijeron
-Porque yo ya he sido utilizado tanto que me destrozaron -Contestó apenado.
-Lo sentimos de verdad.
-No pasa nada- dijo lleno de emoción.
-Mira, yo lo que creo es que hay gente como mi dueña que tiene tanto que no lo utiliza y hay gente que está tan necesitada que nos aprovechan al máximo.- Le dijeron para consolarlo.
-La culpa la tiene la crisis -Contestó enfurecido.

Cristina Olmo Moreno 6º B -

Esto era una vez Petirrojo y Rococó. Petirrojo era un zapato muy nuevo y sin embargo Rococó era un zapato viejo, roto y sucio.El pobre Rococó se encontró con Petirrojo y comenzaron a mantener una conversación:
- Hola, Petirrojo, ¿cómo estás?- dijo Rococó.
- Pues muy bien,¿y tú?
-Yo estoy solo, sucio, roto y abandonado,pobre de mi.Me han dejado tirado en la calle.Mi dueña es rica y seguro que se comprará otros nuevos.Sigo con la esperanza de que me busque.
-Ja, ja, no te hagas ilusiones porque tu dueña me va a comprar a mi...
- No seas así, yo a ti no te he hecho nada para que tú ahora me vengas con esto...
-Ay, lo siento querido, no quería ofenderte.
- No te preocupes, ahora me he dado cuenta que no valgo para nada...
- Pues sí, mira como lo reconoces, si fueras un poquito más cuidadoso y más limpio, tu dueña no te habría abandonado.
- Ya lo sé, pero yo le he tomado cariño y ahora la echo de menos.
- Está bien, haremos una cosa que te va a gustar.
- ¿Qué? estoy muy nervioso y muy conmocionado, pensar que volveré a ver a mi dueña me haría muy feliz.
-¡Está bien! tú cambiarás de look y serás unos nuevos zapatos limpios y lujosos.
-¡ Yupi!
- Ja, ja, venga iremos a casa de una amiga, y allí te hará cambiar de look.
- Pero... estamos en crisis y si me hago otro look esto afectará más a las personas más pobres.No puedo hacerlo.
-Venga, no seas cursi y vamos a cambiarte.
- NO, he dicho que no, estaré mejor así, tampoco pasa nada, viviré en la calle hasta que me recoja alguno que me necesite...
-Pues como quieras, serás un desgraciado toda tu vida.
- No importa, mientras los pobres no se hagan más pobres y acabe esta injusticia, no me haré ese cambio que tú dices. Prefiero ser un desgraciado antes de destrozar nuestro mundo.
- Bueno, pues como quieras, así será, no te preocupes.
- Está bien, bueno me tengo que marchar, voy a seguir mi camino y con alguna esperanza. Hasta pronto.