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EL ESTUCHE DE LAS PALABRAS

CUENTOS INACABADOS

CUENTOS INACABADOS

Como ya os habréis imaginado, nuestra propuesta consiste en completar y terminar cuentos que han sido iniciados. Un pequeño-gran detalle: deberéis de trabajar codo a codo con vuestras familias. Cada uno podréis elegir un cuento diferente y utilizando vuestra imaginación y la de vuestros padres es seguro que el resultado será estupendo.

Para leer los cuentos inacabados hay que entrar en la página de este enlace

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No olvideis rubricar vuestro trabajo, para ello, consultar la sección RÚBRICAS GENERALES, que se encuentra enlazada en el menú de la derecha.

10 comentarios

Anónimo -

-Si suena esta alarma es que... ¡hay un incendio! -Contestó el encargado.
-¡Ahhhhhh! -Gritaron todos los niños mientras huían del incendio alborotados.
-Tranquilos, salid en orden -dijo el director.
Los empleados de la fábrica también salieron, mientras el jefe llamaba a los bomberos. Cami no salió, se quedó observando el incendio pensando que ojalá no se quemara la fábrica porque si no ese verano no tendrían helados.
-Si yo fuera la jefa, lo primero que haría sería coger los extintores e intentar apagar el incendio antes de que se extendiera por toda la fábrica -pensaba Cami mirando con cara de decepción al jefe, que se fue a llamar a los bomberos desesperado.
Entonces Cami cogió un extintor que había a su lado y, de forma misteriosa, los demás extintores tomaron vida y siguieron a la niña, juntos se dirigieron a la máquina que estaba en llamas. De esta manera el fuego quedó completamente exterminado en menos que canta un gallo. Tan sólo una máquina quedó dañada: la torre de refrigeración.
Cuando aparecieron los bomberos, se encontraron con el fuego apagado y todos los los extintores esparcidos por el suelo. Nadie se explicaba lo que había sucedido ya que nadie presenció lo ocurrido.
Aunque lo que realmente importaba era que el fuego no había causado daños graves, de esta manera los empleados podían seguir trabajando sin ningún problema y los niños podrían desfrutar de sus deliciosos helados.
Al día siguiente, Cami estaba almorzando con su familia, cuando escuchó en la televisión la noticia que trataba de un misterioso fuego en la fábrica de helados, que al parecer se apagó de forma enigmática.

Noelia Cazalla Millán 5ºB -

¡No vayas a creer que siempre fui así!
Antes era largo, reluciente y coquetón y estaba en una caja con veintitrés hermanos y cada uno tenía su propio color.
-A mí me tocó el verde -dijo, mostrándome su pequeña puntita mal cortada, escondiendo su cola, avergonzado, para que no la viera mordisqueada.
-Mi dueño es José, un nene que cursa el tercer grado. Nos quería mucho. Y hacía alardes con nosotros.
Cada vez que la seño decía:
- ¡Niños, subrayen el título con color verde! -me sacaba y me
miraba con cariño.
Pero mi verdadera historia comenzó cuando la mamá de Carlitos, le regaló un sacapuntas.
El sacapuntas era de color rojo, era muy malvado porque siempre
quería sacarle punta. Él no quería que le sacara punta porque su amigo tenía un sacapuntas, probó y se quedó muy pequeño, por eso como el era grande, no quería que se volviese más pequeño como su amigo. El lápiz verde le dijo al sacapuntas rojo:
-¿Por qué no hacemos un trato?
-¿Qué trato?
-Si tu no me haces punta haré lo que tu digas
-¡Vale, quiero que colorees un prado verde!
-¿Quéeeeeeeeeeeeeeeeee?¡Así me desgastaré más y tendrás que hacerme más punta!
-Está bien, te dejaré en paz, pero como nunca he tenido un amigo...
¿Quieres ser tu mi amigo?
-¡Bueno vale, pero no me hagas punta!
-Si
Entonces ellos se hicieron muy amigos y el sacapuntas no le hizo punta nunca más.

Luis Miguel Fernández y Loli Medina -

BHUHB Y LOS PIRATAS

Mientras Bhuhb estaba viendo la exhibición en Tasmania, Lhahl iba a los saltos recorriendo toda Australia dentro de la bolsa del canguro McBrowen. En un momento se cansó y le pidió a su McBrowen que la llevara al puerto porque estaba empezando a extrañar mucho a Bhuhb.

Cuando llegó al puerto, había unos marineros con gorros de lana, patas de palo, ganchos, parches, tatuajes que decían "mi mamá me mima" y montones de esas cosas. Lhahl les pidió que la llevaran por mar a buscar a Bhuhb.
En ese momento es cuando Bhuhb estaba subiendo de nuevo al barco del capitán Marcos para ir a buscar a Lhahl y poder seguir el viaje.
El capitán Marcos ordenó izar las velas, midió con un poquito de arena para donde iba el viento, le gritó a un marinero que girara el timón "treinta grados a estribor", y el Gran Barco Azul empezó a navegar.
Un rato más tarde el vigía gritó: "¡Capitán! ¡Piratas, capitán!".

Los piratas llevaban izada la de peligro: es una gran bandera negra con una calavera en medio .
Buscaban tesoros escondidos bajo el mar de barcos hundidos por las tempestades. Entonces uno de los piratas cayó al mar y vio un gran barco hundido cargado de tesoros .Cuando subió al barco dijo un pirata:
- Venid aquí abajo.
Y dijo un pirata malvado a la niña que se llamaba Bhuhb:
- Ven conmigo debajo del mar.
Dijo la niña :
No,no quiero porque no sé nadar.
Con una botella de oxígeno no pasará nada -dijo la niña :
Bueno, vale, me la pondré.
Entonces fueron a por el tesoro y lo cogieron y lo llevaron al barco. Y ellos tan felices con su tesoro . Al cabo de unos días vino otro barco pirata y esos eran los buenos que llevaban una bandera blanca con una cara feliz. Entonces rescataron a la niña y la devolvieron con sus padres.

Miguel Jose Martos Ortega 5ª A -

Cami salva la fábrica de helados
¡Menudo sábado más aburrido!, Afuera está lloviendo y no hay quien salga a dar un paseo, así que la pequeña Cami, una preciosa niña de pelo largo y castaño, que suele llevarlo recogido en dos pequeñas colas, decide ver una película de Disney para entretenerse, pero como hoy había madrugado mucho, al ratito, se queda completamente dormida en el sofá frente al televisor.
Empieza de pronto a soñar........., está en la fábrica de helados de su ciudad, ha ido de excursión con el colegio porque mañana es final de curso y van a hacer la fiesta del helado, será maravilloso, helados de todas las formas y sabores para todos los niños, los papás y los maestros.
El autobús aparca en la puerta de la fábrica, los niños bajan ordenadamente y entran en el maravilloso mundo de los helados, huele a fresa, a vainilla, a chocolate, a pistacho, a menta, a nata, a crema..... ¡ Ummmmm, que delicia!
El Director de la fábrica acompaña a los niños en la visita, les enseña las máquinas que hacen las cremas, las que preparan los barquillos, las que les dan la forma..... pero de pronto suena una sirena.
¿Qué ocurre? - pregunta el director al vigilante que se aproxima.
-Director, los helados están desapareciendo por arte de magia.
Cuando el director fue a ver lo que pasaba, no quedaba ni un solo helado.
Cami era muy curiosa y estuvo buscando a los ladrones; una hora más tarde encontró un rastro de helado de frambuesa, siguió el rastro y llegó a la pared del piso de arriba, le dio una patada a la pared y una puerta se abrió mágicamente.
Sin saber qué hacer entró y la salida daba a un mundo de chucherías, caramelos,helados..., el sueño de todo goloso.
Había unas personas muy enanas y un cartel que decía
“Valle Umpa Lumpa”.
Los Umpa Lumpa debían de ser esas personas enanas.
En aquel lugar los Umpa Lumpa habían dividido el valle en dos partes: una parte quería subir a la superficie a robar a los fabricantes de las chucherías, y otros no querían robar.
En medio de una discusión, Cami irrumpió a los Umpa Lumpa
y les dijo que ella había probado los caramelos que hacían y que estaban deliciosos. Cami les dijo que podían hacer un trato con el jefe de la fábrica, le podían pedir que si ellos trabajaban para él, se haría millonario, porque ellos hacían unos helados que nunca se
derretían, pero el jefe de la fábrica tendría que protegerles y darles de comer.

Almudena Barranco Fernández y Gabriel Barranco Martínez -

Pescadito se pasó toda la mañana conociendo a sus nuevos amigos. Se hizo muy amigo de - Ostra, su compañera de pupitre. Era pequeña como él, y venía de la otra parte de la bahía, donde ambos vivían. Su nueva amiga Ostra le contó:
- Estoy muy contenta por venir a la escuela a aprender cosas nuevas y conocer nuevos amigos, pero también un poco triste.
- ¿Por qué?-. Le preguntó Pescadito.
- Porque al venir desde casa al colegio, tengo que hacerlo por el fondo del mar.
- Claro, si no sabes nadar... Pero, ¿Cual es el problema?. - Le volvió a preguntar Pescadito.
- Pues que como el fondo de la bahía está muy sucio, tengo que dar muchos rodeos y tardo demasido en llegar. - Respondió su amiga Ostra.
Pescadito insistió:
- ¿Y quién arroja tanta basura a la bahía?
- Pues las personas que viven en la costa las arrojan al mar, y las corrientes marinas las depositan en el fondo. - Respondió Ostra.
Tras pensarlo un momento, Pescadito decidió que había que buscar una solución.
Decidieron reunirse todos los nuevos amigos y decidir qué hacer. Tras exponer cada uno sus planes, se decidieron por el que propuso Pescadito.
Dicho y hecho.
A la hora del recreo se juntaron todos, y cada uno con una bolsa, las fueron llenando de la basura que había en el fondo de la bahía. Cuando todos tenían sus bolsas llenas de basura, las subieron a la superficie y las dejaron depositadas en la orilla del mar, al lado de las viviendas de los hombres.
Más tarde, cuando los niños que vivían junto al mar fueron a bañarse a la playa, les dijeron a sus padres lo que habían encontrado, y estos comprendieron que al igual que a ellos no les gustaba tener sus playas llenas de basura, a los peces que vivían en el mar, tampoco les agradaba tener basura en sus hábitats.
Desde entonces las personas dejaron de tirar basura al mar, y a nuestro protagonista le empezaron a llamar: "Pescadito el Valiente".

Juan Mª Galindo Moral y Juani Moral Vilchez -

En lo más profundo del mar vive una familia de besugos formada por Papá Besugo, Mamá Besugo, Benjamín y Pescadito; Benjamín es aún un bebé y apenas si sabe nadar, pero Pescadito ha cumplido ya cuatro años y empezará pronto a ir a la escuela.
- Pescadito - decía mamá besugo - la semana que viene empezarás a ir a la escuela como los demás pececitos de tu edad.
- ¡Pero si yo no necesito ir a la escuela mamá!, aprendo mucho más cuando me voy a nadar con el abuelo.
- Ya sé que aprendes muchas cosas con el abuelo, pero en la clase te enseñarán muchas más y así podrás pronto ser un pez mayor.
Pescadito no parecía estar muy convencido, pero si su mamá se lo había dicho tendría que obedecer.
El lunes siguiente, Mamá Besugo despertó a Pescadito mucho mas temprano que otros días.
- ¿Por qué me despiertas tan pronto? Aún no ha salido el sol.
- Ya lo sé, pero hoy es tu primer día de escuela y tienes que ir bien arreglado para que la maestra no piense que eres un pececito descuidado. Después de vestirse, peinarse y tomar un sabroso desayuno, Pescadito se fue a la escuela.
- ¡Buenos días pequeño! -saludó la maestra-, siéntate ahí junto a la Pequeña Ostra.La pequeña ostra miró un poco asustada a pescadito, para ella también era su primer día de colegio, su madre le había dicho que allí haría grandes amigos y ella se preguntaba si sería él uno de ellos.
Estaban para empezar a escuchar a la profesora, cuando de pronto interrumpió las clases un gran sombra. Pescadito y ostra se miraron asustados y se agarraron fuerte pensando que deberían ayudarse mutuamente. De repente la gran sombra, al intentar entrar en el colegio rompió los cristales del mismo, llenando el ambiente de miedo, terror, escalofríos, y mucha tensión. Pescadito y Ostra pensaban:
- ¡Qué mala suerte hemos tenido para el primer día de clase, ya tenemos problemas!
La profesora se acercó a ellos y los tranquilizó explicándoles que no tuviesen miedo, que el ruido y la sombra sólo se debían a su nuevo compañero, el cual había llegado tan nervioso como ellos, pero que al ser muy grande en tamaño y pequeño en edad, aún no sabía controlar su fuerza.
Después de que se les pasara el susto, la profesora les presentó a su nuevo amigo y compañero el pulpo “BULBON”.

Rocío Chica y Pilar Gámez -

El lápiz verde
¡No vayas a creer que siempre fui así!
Antes era largo, reluciente y coquetón y estaba en una caja con veintitrés hermanos y cada uno tenía su propio color.
-A mí me tocó el verde -dijo, mostrándome su pequeña puntita mal cortada, escondiendo su cola, avergonzado, para que no la viera mordisqueada.
-Mi dueño es José, un nene que cursa el tercer grado. Nos quería mucho. Y hacía alardes con nosotros.
Cada vez que la seño decía:
¡Niños, subrayen el título con color verde! -me sacaba y me miraba con cariño.
Pero mi verdadera historia comenzó cuando la mamá de Carlitos, le regaló un sacapuntas.
Entonces el niño me hizo punta y yo estaba llorando, me sentía triste y dolorido.
Cada día el niño me hacia punta y entonces me iba quedando pequeño y cuando ya estaba muy pequeño el niño me guardó en un cajón y compró otro lápiz, a mi no me utilizaba.
El otro lápiz se gastó y ya no compró más. Yo estaba muy sucio y con muchas telarañas y el niño destapó la caja, me vio, me cogió y me dijo:
Ya no te voy a gastar más, ya he comprendido que un lápiz nunca se puede manchar, que un lápiz también tiene sentimientos y que si se mancha se pone a llorar como un humano.
Yo me alegré mucho y siempre me tuvo con él.

Laura Nájar y Purificación Medina -

Por eso al infeliz principito le toco esperar muchos años para crecer y conocer a una encantadora mujer a la que no hiciera daño la maldición...
Al cumplir 25 años el PRINCIPITO CENIZO se fué al bosque para conocer a una mujer que le ayudara a quitar la maldición que llevaba aguantando desde el día en que nació y entonces encontró a una leñadora cortando árboles y al contarle el problema que tenía con el cenizo, ella quiso ayudarle pero el PRINCIPITO CENIZO no le gustaba porque ella era muy fea y él le dijo que seguiría buscando.
El PRINCIPITO CENIZO fué al río para beber agua y vió una lavandera trabajando y él se acercó para contarle su problema y ella contestó:
- Yo no puedo ayudarte porque estoy casada con un hombre muy bueno, pero tengo una hermana pequeña que se llama Laura y ella está siempre sola en casa ayudando a mi madre.
El PRINCIPITO CENIZO, sin dudarlo, acompañó a la lavandera para conocer a su hermana Laura que estaba en el bosque cogiendo setas para comer y moras para el postre. Invitaron al principito cenizo a comer en su casa y al día siguiente partieron para el castillo.
Los padres del principito no se esperaban que el principito volviese con una buena mujer porque como él tenía tan mala suerte..., pero por fín se dieron cuenta que podía cambiar su vida. Prepararon el castillo para el día de la boda y ese día cayó una tormenta que destrozó todos los preparativos, pero eso no impidió que se casaran en una modesta iglesia del pueblo y a los nueve meses naciera un bebé precioso que se llamó ANGEL, y la maldición que tenía su padre desapareciese para siempre. Y desde ese mismo día le llamaran PRINCIPITO FELIZ.

Manolo Vega y Esther Martínez -

Pasados unos años el príncipe cenizo salió un día a pasear por el campo y vio a una hermosa dama, se la quedó mirando y parecía haberse enamorado de ella .La dama lo miró y se quedó prendada del príncipe. Se acercó a ella y le dijo:
Hola hermosa dama, cómo os llamáis?
La dama le contestó:
Me llamo Rosalía. Y vos, ¿cómo os llamáis?
Y el joven contestó:
Soy el príncipe cenizo, me gustaría que vinieras a palacio a cenar con nosotros, ¿quieres?
Y la joven contestó:
No creo que mi padre me deje, pero le preguntaré.
Al rato, vuelve la joven y le responde al príncipe:
Lo siento majestad, mi padre dice que los plebeyos y la realeza no pueden estar juntos.
La joven se puso muy triste y el príncipe también. Se estuvieron viendo un tiempo pero ellos se querían y querían estar juntos. Pasados unos días, los jóvenes decidieron escaparse. Los reyes y el campesino estaban muy preocupados; entonces decidieron poner unos carteles rogando que regresaran que los dejarían casarse. Un día, paseando, los dos jóvenes vieron el cartel y decidieron volver. Los padres de ambos se pusieron muy contentos,entonces decidieron dejar a los dos jóvenes que contrajeran matrimonio. Llegó el día de la boda,s e celebró una gran fiesta, todos estaban muy contentos, entonces el rey exclamó:
Por fin mi hijo se ha casado.
Pasados unos meses, la que ya era princesa quedó en cinta y después de nueve meses la princesa dio a luz, entonces el rey dijo:
Por fin la maldición de mi querido hijo ha desaparecido.
Entonces todo el mundo quería tocar y abrazar al príncipe porque durante años nadie podía haberlo hecho.
Entonces todos fueron felices sin maldiciones ni males de ojos, el príncipe y la campesina ya eran felices.

Antonio Gálvez Gálvez y Mª Josefa Gálvez Sánchez -

En un país muy lejano vivían una vez unos reyes que tuvieron un hijo cenizo. O sea, que daba mala suerte a quien lo tocaba, miraba o
hablaba con él.
Cuando los reyes se dieron cuenta, pidieron consejo a los magos del Reino. Y estos les dijeron:
- Majestades, se trata sin duda de alguna maldición...
Y en verdad sí que era una maldición creada por un duendecillo que no quería ver a los niños felices. La única manera de acabar con la maldición era que EL PRÍNCIPE CENIZO tuviera un hijo con una mujer pobre que viviera en el bosque.
Por eso al infeliz principito le toco esperar muchos años para crecer y conocer a una encantadora mujer a la que no hiciera daño la maldición...
... Una vez encontró a una bella mujer, pero ella se asustó al verle y al correr se perdió en el bosque. Después de un buen rato buscándola no la encontraba pero escuchó unos gritos:
-¡Socorro!¡Ayuda!
Era la mujer y estaba en peligro.
-¡Allá voy, bella mujer!
El hombre de ceniza vio que la mujer estaba rodeada de cocodrilos. Entonces el príncipe cogió un palo y al rato los cocodrilos tenían chichones y la princesa, salvada. Y ella le dijo al príncipe:
-¿Te quieres casar conmigo?
-¡Sí quiero!
¡Tan, tan, tan, tan!
Y se casaron y tuvieron un hijo y fueron felices y comieron perdices.