Nuestra tarea será muy simple. Vamos a presentarnos. Para ello, y en primer lugar, escribiremos nuestro nombre y nuestra relación con los miembros de nuestro colegio. Después, deberemos contar qué cosas nos caracterizan: qué hacemos, qué cosas se nos dan bien, qué nos gusta hacer en nuestro ¿TIEMPO LIBRE?, qué tareas nos disgustan, qué nos hubiera gustado hacer, qué ilusiones o planes de futuro tenemos... y para terminar, sería muy interesante que comentárais por qué quereis participar en este proyecto.
6 comentarios
Encarna Muñoz -
Leer libros, sobre todo aquellos que me hacen crecer espiritualmente (religiosos). Me gusta toda clase de libros, sobre todo que me enseñen en la familia y en mi vida diaria.
Se me da muy bien escuchar y hacer comida de cuchara.
Considero muy importante mi matrimonio y el fruto de éste, que son mis hijos.
No me gusta discutir, sentirme sola, sobre todo cuando he hecho algo mal.
De mayor me gustaría ser algo tan importante como poder hacer cosas buenas por este mundo, que es de todos, y no sabemos ni cuidarlo ni tampoco preocuparnos.
En el tiempor libre me gustaría dedicarme a sacarme la ESO y seguir mis estudios.
Puede ser interesante la bitácora, porque me parece fabuloso poder compartir una de estas páginas con mis hijos.
Loli Martínez -
Yo considero que lo más importante de mi vida es:
- Que mis hijos sean personas responsables y justas, que las metas que ellos se marquen se les cumplan.
A mí me gustaría llegar a la vejez con sabiduría y paz. En mi tiempo libre me gusta ir al campo con mi familia y pasármelo bien.
Me parece muy interesante la participación en esta bitácora porque amplías conocimientos y abres nuevos horizontes.
Juani García -
Mis aficciones son el deporte, el cine, la repostería, la lectura y estar con mi familia. A mí me hubiera gustado estudiar Psicología. Me gusta escuchar a las personas cuando hablan. También me gusta pintar y trabajar con las manos. Me encanta ayudar a mis hijas a hacer manualidades.
Lo que menos me gusta es planchar porque lo veo tan aburrido y tan silencioso que cuando plancho hablo sola o pongo la radio para llevarlo mejor.
Tengo dos hijas a las que quiero con locura.
Cuando esté mayor, lo que quisiera hacer es viajar mucho para conocer otras culturas, costumbres, gentes, su gastronomía...
Creo que escribir en la bitácora con mi hija es muy importante para ella y para mí porque le gusta hacer cosas conmigo y a mí con ella.
Juana María Torres Morenas -
Entre otras cosas, lo mejor que se me da hacer y lo que he hecho hasta ahora, son las tareas domésticas. Sin embargo, también me gusta mucho el deporte y bailar.
Lo más importante en mi vida: creo que debería ser honesta, ser positiva, aunque en algunas ocasiones te vengas abajo, buena madre y esposa, ser útil a los demás y en resumidas cuentas, sentirte satisfecha con lo que has hecho a lo largo del día tras día.
Cuando sea mayor me gustaría ser una madre orgullosa de mis hijos, verlos felices, aunque tenga algún problemilla pequeño y me sentiré feliz.
En mi tiempo libre me gusta caminar, leer..etc.
Creo que es interesante participar en la bitácora porque así colaboro y participo con mi hija y eso es bueno para ella.
María Jesús Mercado Arboleda -
Nací en Úbeda en una familia de clase media y mi infancia es la etapa más feliz que recuerdo. Éramos seis hermanos, yo era la quinta. Me gustaba mucho jugar con mis muñecas recortables, pues en mis tiempos los juguetes eran caros y no había tantos como ahora.
A los nueve años hice mi primera comunión muy contenta, consciente de que recibía al Señor, no por los regalillos. Yo había visto un bolsito que me gustaba mucho y, como mi madre nos decía que ese día lo que pidiéramos al Señor nos lo concedía, yo le pedí el bolso y cuál fue mi sorpresa que a los pocos días mi madre me lo compró. Otra cosa que recuerdo es que el día antes de hacer la primera comunión, mi hermana mayor me llevó a confesar y, cuando volvimos, yo rompí un botijo (de esos de agua fresquita) y me puse a llorar porque pensé que mi madre me iba a regañar. Entonces, mi hermana me dijo que con sus ahorros compraríamos uno para que mi madre no se diera cuenta. Y yo le dije que no porque eso era mentir y al día siguiente hacía mi primera comunión.
Los Reyes Magos de ese año, 1950, fueron muy espléndidos ya que yo les pedí una caja para mis muñecas recortables y un muñequillo pequeño con ropita de bebé. Y cuál fue mi sorpresa, que me echaron el muñequito y una caja... y dentro de la caja, una muñeca grande y bonita (de cartón, claro). Pero yo me volví loca.
Ese mismo verano, mi hermana mayor se fue de monja. A mí me entristeció mucho, pues era mi segunda madre y me peinaba con tirabuzones y me dejaba muy guapa.
Mi etapa feliz se acabó. A mi padre lo despidieron por cierre de la fábrica en la que trabajaba. Y mis padres se vieron con seis hijos y una pequeña pensión que mi padre tenía por haber sido militar. A mí no me dijeron nada ni a mi hermano más pequeño, pero yo les oía hablar sin que ellos se dieran cuenta, y desde entonces me hice responsable y mayor. Ya no pedía cosas y me conformaba con los vestidos arreglados de mis hermanas y con las comidas más corrientes.
Desde entonces, lo más importante en mi vida han sido mi marido y mis hijos.
Me hubiera gustado mucho tocar la guitarra.
Y otro día os seguiré contando recuerdos de mi vida.
Antonia Delgado Tenorio -
Apenas tenía yo un año cuando mi padre murió. Era la más pequeña de mis hermanos. A los cinco años me llevaron a la escuela porque mi madre tenía que irse a trabajar. Ella trabajaba de cobradora en la fábrica "La Linarense". Antiguamente había una libreta con sellos y ella iba a las casas a cobrar y, a la vez, esas personas le daban a mi madre ropa para coserla porque mi madre era sastra y modista y ella siempre ha cosido mucho. A mis hermanas las enseñó a coser, a todas menos a mí porque yo me cansaba y me iba a la calle con mis amigas a jugar. Mis amigas y yo nos juntábamos y hacíamos teatro. A mí me gustaban las poesías y recitaba el teatro. Eso lo hacíamos los domingos y los que iban a verlo tenían que llevar sus asientos y nos daban una perra gorda, que eran diez céntimos de aquella época. Cuando se terminaba la actuación, contábamos el dinero que habíamos recogido y comprábamos chucherías y nos las comíamos entre todos y lo pasábamos muy bien.
También os digo que mi madre y mis hermanas vivíamos con mi abuela y mis dos tíos, hermanos de mi madre, que nos querían mucho y ellos son los que nos criaron y nos cuidaban. Toda la vida estuvimos juntos. Eran muy buenos.
Mis amigas y yo nos apuntamos al catecismo e íbamos por las tardes a aprenderlo.
Yo quería ser maestra.
Bueno, otro día sigo contando más cosas.